con la brisa marina
sólo ausencia.
Fue un dulce engaño el pensar en ilusiones.
En realidad creo que siempre supe la verdad,
supe que seríamos buenos amigos al final.
Lo que paso entre nosotros hace tanto tiempo atrás,
fuen un incidente sin repercusión.
Lo cómico fue que a mí me cambió la vida,
y tu solamente reafirmastes tus dudas.
Amigo me llamas ...
Y yo me pierdo en tus ojos,
alucino encuentro espontáneo.
Me engañé yo o acaso fuiste tú quién alimentó la ilusión.
Debimos hablar claro, pero ya es muy tarde.
Me siento estúpido ante tí.
Como un chiquillo cuando queda al descubierto.
Amigo ...
Hermosa palabra que en tus labios me suena tan vacía.
Amigo, fuente de dolor para un corazón apuñalado.
Amigo, gran tesoro, que tu no sabes valorar.
Tu amigo intenté ser desde el principio ...
Mas me hiciste hacerme ilusiones,
abrí mi corazón ... ¿Para qué?
Si tan solo lo acribillaste.
Desangrante y solo me conviertes en tu amigo.
Mi impotencia y certeza
que debiese haberlo sabido me están matando ...
Siento que vuelvo a morir ...
De nuevo mi amargura renace entre el hastío.
© Fabian Ruiz
Yo decido que lo que tengo sea lo que soñé,
ser feliz, creer en mis sueños, tener esperanzas,
ser lo que yo quiero ser, hacer lo que me dice mi corazon.
Decido tener la mejor o peor actitud ante la vida,
amar lo que tengo y no lo que deseo. Así es.
La vida nos da alegrías sin fin. Sorpresas inauditas.
Experiencias sin límites. Somos lo que decidimos ser.
Sin prisas, sin engaños, con amor e inteligencia divina.