
Ámame japonesa, japonesa
antigua, que no sepa de naciones
occidentales; tal una princesa
con las pupilas llenas de visiones,
que aun ignorase en la sagrada Kioto,
en su labrado camarín de plata
ornado al par de crisantemo y loto,
la civilización del Yamagata.
O con amor hindú que alza sus llamas
en la visión suprema de los mitos,
y hacen temblar en misteriosas bramas
la iniciación de los sagrados ritos.
En tanto mueven tigres y panteras
sus hierros, y en los fuertes elefantes
sueñan con ideales bayaderas
los rajahs, constelados de brillantes.
O negra, negra como la que canta
en su Jerusalén al rey hermoso,
negra que haga brotar bajo su planta
la rosa y la cicuta del reposo...
Amor, en fin, que todo diga y cante,
amor que encante y deje sorprendida
a la serpiente de ojos de diamante
que está enroscada al árbol de la vida.
Ámame así, fatal cosmopolita,
universal, inmensa, única, sola
y todas; misteriosa y erudita:
ámame mar y nube, espuma y ola.
Sé mi reina de Saba, mi tesoro;
descansa en mis palacios solitarios.
Duerme. Yo encenderé los incensarios.
Y junto a mi unicornio cuerno de oro,
tendrán rosas y miel tus dromedarios
© Ruben Dario
Hola mi cielo,
ResponderEliminarte puedo decir que esta es mi favorita de todo el blog?!
te amo Kogo, Tai